Una de las etapas de gran influencia en la vida del ser humano es la infancia, periodo en el que se espera que el niño o la niña reciba la estimulación necesaria a nivel emocional, cognitivo, físico, social y de lenguaje, que le permitirá desenvolverse favorablemente en los diversos escenarios de la vida. Principalmente, entre los 0 a 2 años, son los padres o cuidadores los facilitadores de estímulos, quienes proporcionan las primeras enseñanzas desde su formación previa. Posteriormente, cuando los niños y niñas cumplen 3 años y asisten al colegio, son los docentes una pieza importante y complementaria en su proceso de formación integral.
Probablemente muchos de nosotros hemos escuchado comentarios sobre que en el nido o jardín de infantes los niños solo se entretienen jugando y que la educación que nuestros hijos reciben es más fácil o menos importante en comparación con los otros niveles de educación; sin embargo, en este espacio y a través de actividades lúdicas se generan procesos de aprendizaje que guiarán al niño/a para toda su vida. En esta etapa, el juego es el medio idóneo para el aprendizaje porque despierta la curiosidad, generando alegría, satisfacción y diversión. Asimismo, no solo se trata de encontrar el nivel de dificultad o mejor modalidad para el aprendizaje preescolar, sino de valorar la importancia de dicho nivel y su influencia en la vida escolar. Bajo este contexto de pandemia, la modalidad de aprendizaje virtual permite que nuestros hijos e hijas continúen en proceso de formación, lo cual les brinda una estructura estable frente a la situación de incertidumbre actual.
Las principales áreas de desarrollo a atender desde la etapa preescolar son las siguientes:
Área de lenguaje: Escuchar, hablar, leer y escribir, forman parte de las habilidades del lenguaje, siendo la capacidad de escucha la primera habilidad que el niño aprende, seguido de hablar, leer y luego escribir. A través de las canciones, rimas, adivinanzas, trabalenguas, cuentos, dramatizaciones y conversaciones, el lenguaje empieza a ser estimulado, lo que permite ampliar el vocabulario del estudiante, logrando que comprenda e interactúe cada día mejor con su entorno. Cuando el niño/a ha logrado consolidar la habilidad de escuchar y reproducir sonidos, estará preparado para identificar y pronunciar los sonidos de las vocales y letras, permitiéndole a futuro aprender a leer.
Área física (motricidad gruesa y fina): Hace referencia al control y movimiento que tiene el niño/a sobre su cuerpo. La capacidad motora gruesa permite mantener el equilibrio, así como hacer cambios de posición con el cuerpo. Las actividades lúdicas que implican saltar, correr, bailar, entre otras les permitirán tomar conciencia de su esquema corporal. El área motora fina integra los movimientos y coordinación entre las manos y los ojos. Las actividades que se realizan a este nivel contribuirán a consolidar la capacidad de leer y escribir en los siguientes años.
Área cognitiva: A través de los sentidos, los niños reciben distintos tipos de estímulos que les permiten conocer y comprender el medio en el que se desenvuelven. Todo lo que escuchan, observan y palpan les permite aprender del mundo que los rodea y así adaptarse. Constantemente en las clases los estudiantes tienen oportunidad de explorar, descubrir, observar y experimentar.
Área socioemocional: Durante los primeros 7 años el carácter de los niños/a se forma, por ello es importante que se desenvuelvan dentro de un ambiente seguro, de respeto y amor, donde tengan oportunidad de interactuar con otras personas, conocer otras ideas, identificar sus emociones y la de los demás. A través de actividades artísticas o manualidades logran mostrar su mundo interior, reluciendo su imaginación y creatividad. Además, en las actividades grupales conocen las reglas sociales y establecen lazos afectivos con sus compañeros de clase.
Está demostrado científicamente que el cerebro aprende haciendo y en interacción con otros, siendo el aula de clase un escenario lleno de experiencias propicias, tanto educativas como afectivas. A pesar de que desde casa también se generan experiencias significativas, los niños/a necesitan espacios paralelos para seguir aprendiendo en especial con grupos de su misma edad. Conozcamos cuáles son los beneficios de integrar a los niños/a al colegio desde la etapa preescolar:
La educación que reciben los niños/a es sistemática, ordenada, acorde a su edad y necesidades. Asimismo, la/el docente dispone de la preparación profesional idónea para fomentar experiencias y oportunidades de aprendizaje.
El niño o la niña al interactuar con otros niños/a de su misma edad, va construyendo su identidad y descubriendo sus emociones y sentimientos. Asimismo, aprenderá a situarse en el lugar del otro, trabajar en equipo, generar mayor autonomía, conocer sus miedos y potencializar habilidades sociales.
Contará con una mayor estimulación del lenguaje, ampliando su vocabulario a través de actividades individuales y grupales. Se empezarán a consolidar hábitos y rutinas diarias que facilitarán el proceso de adaptación en los demás niveles de educación básica.
Tendrá a disposición el soporte del área pedagógica y psicológica ante algún indicador de alerta en el proceso de desarrollo, el cual podrá ser atendido a tiempo por especialistas.
Las actividades y lugar de enseñanza están diseñadas para estimular las diferentes áreas de desarrollo. Aprender nociones numéricas, espaciales, temporales, habilidades lingüísticas, entre otras, que les facilitará la adquisición de otros aprendizajes al llegar a su etapa escolar, como sumar, restar, leer y escribir.
Desde la etapa preescolar se irán generando oportunidades en los niños/a para descubrir, explorar, crear, expresar y jugar. Cada una de estas experiencias aportará en su desenvolvimiento a futuro en la etapa escolar. Mientras el niño/a reciba la estimulación adecuada y acorde a su edad, podrá contar con los recursos necesarios para enfrentar diversas situaciones. El rol que tenemos como padres es proporcionar los medios necesarios para que logren alcanzar su desarrollo integral.
“El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad”
María Montessori
Por: Dpto. Psicopedagógico
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